David Rodríguez inventó el indie español con Bach Is Dead, aquel seminal grupo que participara en la gira Noise Pop en 1992. Luego pasó a llamarse Beef y alcanzó la gloria en la prensa musical del ramo y no pocos fanzines chuscos, que por entonces abundaban. Después creó
Telefilme con Tito Pintado (de
Penelope Trip) y con ello cerró una triada de grupos más o menos
arty, más o menos experimentales, pero siempre influyentes. Ahora es el responsable musical de que el debut de
La Bien Querida sea, por ahora,
el mejor disco español de 2009. Y esta vez no es arty ni experimental ni noise ni nada. Es una pasada. Además es la primera vez que se consiguen introducir influencias arabigo-flamencas en el pop sin recurrir al imprescindible
Morente ni caer en falsas fusiones de vergüenza ajena, lo que tiene su mérito añadido. Los fans
maqueteros (debería decir
myspaceros?) que descubrieron el grupo reniegan de la sofisticada producción sonora de David: a mí me parece que ahí está la gracia. La Bien Querida es hoy aquello en lo que La Buena Vida se habría convertido si no se hubieran apartado del recto camino.